Hay
un gato detrás del vidrio
un
gato que tiene
el
color del encierro
un
gato enroscado
por
siempre en el cadáver
de
una sombra
los
dueños del bar
lo
dejan para que vigile
la
parcela de la noche
que
les toca
cuando
la luna
desvencija
sobre la vereda
sus
estrías de plata
y es
intenso el murmullo
de
luces
el
gato
comienza
a ronronear
camina
inquieto
de
un lugar a otro
araña
el cristal
deseoso
de mirarse
en
el espejo roto
que
ha caído del cielo
la
vida es así
no
siempre nos toca vivir
bajo
el alero de la luz.
Poeta.
Còrdoba Capital (Argentina)
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