Tal como dice el título, el objetivo es rescatar y difundir textos de autores de todos los tiempos,èditos,inèditos,conocidos, desconocidos, argentinos,latinoamericanos, universales.
miércoles, 24 de junio de 2020
miércoles, 17 de junio de 2020
Edgard Morisoli
Antorchas
de utopías
Hablo
de libros que se hicieron humo,
ceniza,
ausencia. Esto ocurrió en la Historia
muchas
veces. En China y en Egipto,
en
Francia o en España, en toda Europa,
en
nuestro continente desde hace cinco siglos,
y
especialmente en las infortunadas
ex
Provincias Unidas de América del Sur.
Lo
ordenaron tiranos, califas, generales,
emperadores
sacerdotes
de
todo credo y toda tolerancia,
oscuros
procesados.
el
Santo Oficio con su Index,
los
guardianes del Orden y La Ley del Embudo,
sórdida
envidia, delación, sensores
de
muchas menas, bárbaros cruzados
de
cualquier fanatismo,
mesiánicos
al uso y al abuso,
y
esas mentes blindadas en las que penetra
ni
surge alguna idea ni por broma,
Libros
quemados. Libros enterrados
para
que no los quemen. Escondidos en
buhardillas
o sótanos,
errantes,
peregrinos
de
posta en posta de la resistencia,
y al
fin también perdidos.
Libros
ardidos, seguirán ardiendo.
Poeta, escritor y ensayista.
1930.Acebal (Santa Fe`) - 2020. Sta Rosa (La Pampa)
Publicado
en Revista Literaria “Mapuche”- Nº 53 - Invierno de 2010
miércoles, 10 de junio de 2020
David Lebón
Nos
veremos otra vez
Aunque
te abraces a la luna
Aunque
te acuestes con el sol
No
hay mas estrellas que las que dejes brillar
Tendrá
el cielo tu color
No
estés solo en esta lluvia
No
te entregues por favor
Si,
debes ser fuerte en estos tiempos
Para
resistir la decepción
Y
quedar abierto, mente y alma
Yo
estoy con vos
Si
te hace falta quien te trate con amor
Si
no tienes a quien brindar tu corazón
Si
todo vuelve cuando mas lo precisas
Nos
veremos otra vez
Es un músico guitarrista y multiinstrumentista de rock argentino. Formó
parte de grupos trascendentales del rock argentino como Pappo's Blues, Billy
Bond y La Pesada del Rock and Roll, Pescado Rabioso, Color Humano, Espíritu,
Polifemo, Seleste y Serú Girán, entre otros.
Buenos
Aires (Argentina)
miércoles, 3 de junio de 2020
Daniel de Culla
Al
Coronavirus llaman Eutanasio
Cuentan que Eutanasio, a quien llaman
Coronavirus, vino de la China, después
de atiborrarse de murciélago como primer plato; de segundo: perro pequinés, y
como postre: saltamontes y grillos, teniendo un vasto campo en todos los
Continentes donde explayarse y picotear a los humanos, sobre todo a vejestorios
de residencias de mayores o geriátricos, ya maltrechos de otras enfermedades
tipo, desde las orejas hasta el rabo.
Al parecer, todo estaba a su
disposición: su físico y su moral que arrastraban por el suelo, o en sillas de
ruedas, aunque, algunos, presentaban abundancia
de ideas pajilleras cuando ellas, las ancianas, les ponían a ellos en
estado de rebosar erudición peneal, o asnal, patentizando las bellas calidades,
las honras y las glorias de los Burros tan humanos.
Al recordar, ahora, la presencia de una
hermana mía, Guapalupe, en la residencia de mayores de Villaviciosa de Odón, en
Madrid, no puedo más que verla limitada a su boca caída echando babas, a un
grito, a un dolor ruidoso, a un estrépito, siendo muy pequeña la enfermería
donde podía explayarse; siendo este espectáculo una consideración que hubiera
arredrado a cualquier médico o sanitario en sus cabales.
Aquí era el dejar hacer, dejar pasar,
reflexionando que más vale algo de vida que nada, sin querer privar a los
ancianos de las nuevas enfermedades que se merecen; hasta que emprendió el
Coronavirus, Eutanasio, el viaje del mundo global, de vuelta del de Marco Polo
por la Asia Oriental.
No obstante, Guapalupe murió en el
Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles, antes de que llegara Eutanasio a
visitarla; y, según nos dijo la doctora que firmó su defunción: “Guapalupe
murió enseñoreada de mucha mierda”.
Para desengaño de los hombres, que se
creen seres superiores, ahora ha llegado Eutanasio, o Coronavirus, con la
alegría de haber podido dedicar a la buena Muerte, llamada Eutanasia, más de
ochocientos versos en cualquier Nación o Continente, como un Jorge Manrique en
la universalidad de sus versos en sus ”Coplas a la Muerte” , indicándonos, los
dos, que la Vida no es más que una gran Mierda pinchada en un palo, sin
perdonar gastos ni fatigas, ¡claro¡ como cualquier otra peste, vaya.
Recordemos al ilustre Poeta palentino:
“Recuerde
el alma dormida
Avive
el seso y despierte
Contemplando
Cómo
se pasa la vida
Como
se viene la muerte
Tan
callando”.
Y, digo yo: no tan callando.
Poeta,
escritor
Aragòn
(España)
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