La mujer del violín
Aquél violín que compré en una subasta
en el 2000,
te acompañó mientras estudiabas en
Francia
hasta tu primer concierto en Berlín,
en el 2005.
Ahora está allí, en su estuche marrón
impecable
reclinado en un sofá en el centro del
living, en tu casa.
Hubo mucha pasión, lo sé.
Despedirte fue tan triste que cuando
lloraba,
agradecía las lágrimas porque me
hacían sentir vivo.
Hubo mucha pasión, lo sé.
El erotismo de una pelirroja nunca se
olvida.
Todavía atesoro ritos sutiles, sabores
singulares.
Vagabundos, fuimos gastamos los años
zigzagueando:
acierto-error, acierto-error.
Hoy mi espíritu y tu violín laten al
ritmo de un mundo sordo,
donde la locura se ríe a carcajadas de
la verdad.
(Publicado en Revista MAPUCHE - Nº 46
- Primavera de 2008)
Poeta
Córdoba (Argentina).
1960.