Tal como dice el título, el objetivo es rescatar y difundir textos de autores de todos los tiempos,èditos,inèditos,conocidos, desconocidos, argentinos,latinoamericanos, universales.

miércoles, 19 de mayo de 2021

Federico García Lorca

 

A las cinco de la tarde.
 
Eran las cinco en punto de la tarde.
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte
a las cinco de la tarde.
El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones de bordón
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.
En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.
Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde
cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en Punto de la tarde.
Un ataúd con ruedas es la cama
a las cinco de la tarde.
Huesos y flautas suenan en su oído
a las cinco de la tarde.
El toro ya mugía por su frente
a las cinco de la tarde.
El cuarto se irisaba de agonía
a las cinco de la tarde.
A lo lejos ya viene la gangrena
a las cinco de la tarde.
Trompa de lirio por las verdes ingles
a las cinco de la tarde.
Las heridas quemaban como soles
a las cinco de la tarde,
y el gentío rompía las ventanas
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
¡Ay, qué terribles cinco de la tarde!
¡Eran las cinco en todos los relojes!
¡Eran las cinco en sombra de la tarde!
 

Poeta, dramaturgo y prosista español.
1898. Fuente Vaqueros ( España) - 1936 .Granada ( España)

1 comentario:

  1. Nutrición

    A la luna, al aire, a los ojos negros.
    A la sed de sombras y aromas de risas.
    A todo cantaste con tu poesía.
    Y el fanal que implica seguir abrevando
    tanta algarabía, aunque tu alma ausente
    se fuera en las alas de balas malditas.
    “Si mis manos pudieran deshojar”
    tanta belleza como hay en tu poesía,
    desparramaría las hojas al azar
    porque seguro es que belleza repartiría.
    Con “La monja gitana” o “La casada infiel”
    comenzaría el gran libro de las elegías.
    Y los poetas nuevos a través del papel
    de tanto arte ancestral se nutrirían.
    Allí sería cuando los “Cantos nuevos”
    retomarían la “Sed de sombra”
    FEDERICO GARCÍA LORCA

    Ricardo Arregui Gnatiuk
    Poeta del Mundo
    De mi “Tacurú”

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