La grande bellezza
A
veces miro lejos y alcanzo a ver.
Pero
pasa. Y camino.
Vi a
mujeres dormirse en mis almohadas,
los
labios en un beso, las pestañas pintadas.
Después
llegaba el aire. Yo fumaba.
Y se
iba descalza, borrada por el humo.
Puedo
estar solo, casi, siempre casi.
Mis
amigos predican, hablan, se disuelven
en
sus lazos de sangre, sus cuentos de palacio.
Bebemos
y mentimos sin razón ni saber,
cuando
brindamos.
Me
siento igual. Como si supiera que pronto
lo
perderemos todo.
Es
grande la terraza.
Lo
que se ve es el tiempo, que no ve,
vemos
nosotros:
un
ladrón descuidado, el borracho expulsado,
el
caer de una lágrima en el piso.
Pronto
no quedará huella.
Y me
dicen que escriba. ¿Escribir qué?
Si
el que me mira lo hace entre comillas.
A
veces cruza un barco en la pantalla
seguido
por la luna.
Pero
pasa y camino. Yo sigo caminando
cuando
todos se han ido.
Poeta
Buenos
Aires