El cardón
En
lo más bravo de los repechos, donde blanquea la sed de las arenas, se levanta
el cardón, desnudo al viento y al sol.
Sus
dardos de punta dorada beben la humedad escasa de esas noches andinas siempre frías,
siempre llenas de altos azules y de estrellas bajas.
El
cardón no vive: dura.
Es
un centinela que se quedó eternizado en la montaña, y allí está montando guardia sin poncho ni lanza.
El
conoce todos los rincones del aire, donde vagan manadas de cantares y silbos.
El sabe leer en el vuelo de los cóndores y en el silencio del indio. No suspira
al paso de la nube ni sonríe al sol mañanero.
Cuando
la niebla de octubre pasa por esas lomas arrastrándose hacia las quebradas, el cardón
bebe en la savia del aire, silenciosamente. Y entonces da su flor, y la ofrece al tope de cuerpo espinudo, para que la miren
todas las cumbres. Como un abuelo, le canta su ronda de zumbidos, y llama a las
calandrias del verano montañés para que jueguen con ellas. Las
"keyuas", abejitas del cerro, la buscan para endulzar sus mieles
solitarias.
Una
noche cualquiera, el viento enamorado se fuga con la flor.
Y
el cardón se queda solo, arisco y espinudo, sin kèyuas ni calandrias.
Pasan
los hombres por los caminos. Ruedan las lunas sin sueño.
Sobre
el cielo sin nubes, otoño cuelga soles entristecidos.
El
cardón sigue allá, sobre las lomas, custodiando horizontes desmayados.
kèyua :
abeja del monte
(del
libro: Aires indios)
Seudónimo
de Héctor Roberto Chavero, fue un cantautor, guitarrista, poeta y escritor
argentino. Se le considera el más importante músico argentino de folklore
31
de enero de 1908 - 23 de mayo de 1992