Imagino
Imagino
que sos una hoja con tu nombre recién impreso, y tenés al alcance todos los
colores posibles y por haber, pero hay algo llamativo, cómodo sin tantos
rodeos, en esa cartuchera con colores degastados, que pintan un refugio para tu
soledad. Imagino entonces, un río de lágrimas dulces que atraviesan tu rostro, como si solo planearan
subsistir ahí en tu cara, cuan adorno viejo en casa nueva.
Te
voy a contar entre líneas que el mundo no sería igual si nos faltaras vos, sin
tu amor tibio que pelea desde adentro para volver a encontrar entre brazos,
otra ciudad oscura y amarrarse a cualquier mínimo chispazo de luz amarilla, que
te recuerde al fin que hoy no vas a morir.
Te
voy a contar que somos dignos de este pueblo maltratado, dignos de los rincones
y las esquinas verdes en donde todavía dispara el sol, de las calles en donde
los niños todavía son niños que juegan, ríen, se ensucian y siguen.
Que
me maravillo fácilmente cuando tus ojos brillan y se olvidan de dónde
pertenecen, y los míos corren atrás de ellos, y nos encontramos, me doy cuenta
al fin, de que el mundo es digno del amor que brotamos.
Poeta
Buenos
Aires (Argentina)
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