Todos
llaman "Atahuallpa" al último gobernante del Imperio de los Incas,
pero su verdadero nombre no era precisamente ese. Atahuallpa viene de Atha:
nudo y Wallpa: gallina. Más o menos sería "gallina atada",
pensémoslo, ¿quién le pondría de nombre gallina, al hijo del soberano de toda
Sud-América? Además, las gallinas fueron traídas por los españoles, no existían
cuando "Atahuallpa" había nacido.
Este
apodo le fue puesto al Inca por los Españoles al ver que se despedía llorando
de su familia, al saber que había sido condenado a muerte. Para la posteridad,
el cronista Sarmiento de Gamboa, fue el primero en llamarlo
"Atahuallpa" como si ese fuera su nombre y no el apodo que le
pusieron por haber sido vencido de manera malintencionada y hasta dolosa.
Con
los años, todos llamamos de ese modo a nuestro último soberano legítimo, nada
se hizo por aclarar este hecho. Pero no es tarde, el nombre de nuestro inca era
"Atabalipa", cuyo significado es "hombre fuerte y
valiente".
Todos
los documentos de inicios de la conquista (1532 - 1560) hablan de
Atabalipa,
nunca lo llaman Atahuallpa.
Fuente:
Congreso Latinoamericano de Historia Indígena
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